
Un vistazo al origen del ramen
Aunque hoy se asocia íntimamente con Japón, el ramen tiene sus raíces en China. Los fideos de trigo fueron introducidos en Japón a finales del siglo XIX o principios del siglo XX por inmigrantes chinos. Con el tiempo, el plato se adaptó al paladar japonés, incorporando ingredientes y sabores locales. Fue después de la Segunda Guerra Mundial, con el auge de la producción de trigo y la necesidad de alimentos económicos, cuando el ramen se convirtió en un alimento básico en Japón.

Los cuatro estilos clásicos de ramen
Japón es un país diverso en sabores, y el ramen no es la excepción. Aunque existen innumerables variaciones, estos son los cuatro estilos clásicos:
Shoyu (salsa de soja): Es el estilo más antiguo y común. La base del caldo es un caldo claro sazonado con salsa de soja, lo que le da un sabor salado y ligeramente dulce. Suele incluir toppings como huevo marinado, cebolletas, brotes de bambú (menma) y rodajas de cerdo (chashu).
Miso: Originario de Hokkaido, este estilo utiliza pasta de miso para darle al caldo un sabor rico y cremoso. Es perfecto para los meses fríos y a menudo se acompaña con maíz, mantequilla,brotes de soja y carne picada.
Shio (sal): Este caldo es claro y ligero, preparado con sal y a veces con algas marinas. Es uno de los estilos más delicados, ideal para quienes buscan un sabor más sutil.
Tonkotsu (hueso de cerdo): Originario de Kyushu, este caldo es denso, opaco y extremadamente sabroso gracias a las horas de cocción de huesos de cerdo. Es un favorito entre los amantes de sabores intensos y cremosos.


